Negociación pesquera

Editorial de El Mercurio de Santiago.

(22/07/2008). Está entrando a una fase decisiva la negociación de una Organización Regional de Pesca (ORP) para la alta mar del Pacífico Sur, que comprende sus dos cuencas. Es una de las negociaciones más importantes para la región y el país, desde la gran conferencia del mar de la ONU que en 1982 consagró las 200 millas marinas originadas y defendidas por Chile.

Se espera para octubre, en Canberra, la VI fase de este proceso, que reúne a 24 estados, costeros y de pesca a distancia. Nuestro país tiene comprometidos importantes intereses marítimos y pesqueros, principalmente en el jurel, especie transzonal, que es a la vez la más importante de la futura ORP y la principal pesquería tradicional chilena.

Es necesaria y urgente la reglamentación del enorme espacio de alta mar del Pacífico Sur, porque es uno de los pocos no cubiertos por organizaciones regionales y por la creciente presencia de flotas distantes, que capturan especialmente jurel, sin sujeción a reglas conocidas de conservación ni entendimientos con los ribereños. Chile ha reglamentado y mantenido sustentable este recurso con un régimen estricto de conservación, dentro y fuera de la Zona Económica de 200 millas. El país pesca entre el 70 y 80 por ciento del jurel en el Pacífico Sur y es responsable de la mitad de su pesca tradicional.

En este período de preparativos y consultas entre reuniones, se han presentado problemas serios para el interés y la participación chilena en la negociación. Entre otros, hubo consultas bilaterales con la UE, cuyo desarrollo no puede considerarse favorable desde la perspectiva del diferendo mantenido por años sobre el pez espada ni en lo que atañe al jurel. Tuvo lugar un taller científico pesquero sobre esta especie en un seminario patrocinado por la FAO, en el cual parecen haber primado factores políticos y se avanzaron hipótesis sin fundamentos. Por diversas razones, se apreciaron un trabajo y una preparación sustantivos que, tanto desde el punto de vista diplomático como pesquero, los representantes del sector privado estimaron no adecuados e insuficientes. Éste ha invocado la ausencia de delegaciones suficientes y con posibilidad de dedicación prioritaria al tema, junto a reclamos sobre participación, coordinación y afianzamiento de las posiciones nacionales. Ha habido desinteligencias que se han hecho públicas y que podrían afectar el desarrollo y las consultas relacionadas con esta negociación no bien preparada. Todo aconseja prudencia en las mismas, junto a una consolidación y preparativos adecuados de la participación nacional.

Los intereses de Chile, nación marítima y pesquera, son de envergadura. Por tanto, la negociación de esta ORP merece prioridad y deben impetrarse los medios humanos y económicos para asegurar un trabajo acabado, una preparación exhaustiva de las negociaciones y una integración apropiada de los equipos públicos y privados.